El Foro de Mujeres por la Vida, plataforma integrada por 16
organizaciones feministas defensoras de los derechos humanos, en el
marco de la audiencia por el Feminicidio de María José y Sofía Alvarado,
a realizarse este 20 y 21 de Abril de 2017 , en Tegucigalpa,
comunica a la comunidad nacional e internacional:
1. Las hermanas
Sofía y María José Alvarado desaparecieron un 13 de Noviembre de 2014,
en Santa Bárbara, departamento al Occidente de Honduras. Seis días
después, el 19 de Noviembre, sus cuerpos fueron encontrados sin vida.
Ellas fueron víctimas de la violencia feminicida que a diario enfrentan
las mujeres hondureñas. Precisamente el mismo año en que ocurrió este
crimen, la Relatora Especial sobre la violencia contra la mujer, sus
causas y consecuencias, Rashida Manjoo, visitó Honduras y manifestó “la
violencia contra la mujer es generalizada y sistemática”, tras de lo
cual destacó que existía una cultura de impunidad respecto de los
delitos cometidos contra mujeres y niñas y que estaban aumentando los
casos de violencia contra la mujer. Manifestó que “[el] miedo, tanto en
la esfera pública como privada, y la falta de responsabilidad jurídica
por las violaciones de los derechos humanos de las mujeres son la norma
general”
2. El caso tuvo un impacto internacional, por la participación de una de las hermanas en un reconocido concurso de belleza. Eso marco una diferencia en la investigación en comparación con las acciones en la mayoría de desapariciones y feminicidios en Honduras. Rápidamente se tuvieron indicios de las personas involucradas en el crimen y se señaló a Plutarco Antonio Ruiz Rodríguez, como presunto principal responsable. Sin embargo hasta la fecha, la justicia hondureña no ha sido eficiente en juzgar los culpables. Mientras tanto el impacto en la familia ha sido grave, quienes inclusive han tenido que desplazarse forzadamente de su hogar.
3. A pesar de los altos índices de feminicidio en Honduras que hasta mediados 2016 según cifras oficiales se registran 4, 500 víctimas en los últimos 10 años y que más del 90 por ciento de estos permanezcan en la impunidad, todavía el Estado Hondureño re victimiza a las mujeres, haciéndolas ver como culpables de sus mismas muertes. No olvidamos las terribles declaraciones del Presidente del Congreso Nacional, Mauricio Oliva quien a pocos días del crimen manifestó ““Esta es una lección de vida que debemos aprender los hondureños, los padres de familia, de tener esa permanente vigilancia sobre el qué hacer y sobre las amistades de nuestros hijos…la mejor seguridad se la brinda uno, teniendo una actitud prudente, teniendo el cuidado de escoger sus amistades y los sitios que uno visita”. Frente a esta realidad de la violencia que enfrentan las mujeres hondureñas el Comite facultativo de la CEDAW ha expresado al Estado de Honduras lo siguiente “preocupa la inefectividad de las medidas para eliminar actitudes patriarcales y arraigados estereotipos discriminatorios sobre los roles y responsabilidades de mujeres y hombres en la familia y sociedad, impidiendo la implementación de la Convención y son la causa principal de violencia contra las mujeres.”
4. La justicia para María José y Sofía sería que hoy estuvieran vivas. Que sus sueños nunca se hubiesen truncado, que sus sonrisas no fueran borradas, qu
e
sus vidas no fueran arrebatas. Con ellas el Estado de Honduras como
garante de la seguridad y la vida de las hondureñas, tiene una deuda
eterna. Con las vivas, las que enfrentamos la violencia de forma
cotidiana y permanente, con la familia que necesita respuestas y
seguridad, el Estado debe castigar sin más dilación a los responsables
por el crimen de femicidio y generar medidas de prevención reparación y
no repetición de estos terribles hechos.
Tegucigalpa, 21 de Abril 2017.
Tegucigalpa, 21 de Abril 2017.